Hay mucha gente que piensa que no hay diferentes tipos de neumático atendiendo al tipo a las condiciones climáticas, que son neumáticos únicamente concebidos para la fórmula uno. Sin embargo, sí existen neumáticos especialmente diseñados para las condiciones climáticas frías, hielo y nieve: son los neumáticos de invierno.
Los neumáticos de invierno son neumáticos especialmente concebidos para ser usados en regiones con unas bajas temperaturas y con hielo y/o nieve frecuente. Gracias a este tipo de neumáticos, no es necesario llevar cadenas para atravesar nieve (aunque con hielo sigue siendo recomendable). También aumenta la seguridad con frecuentes lluvias y la vida de la cubierta es más larga que la de los neumáticos convencionales dado que está reforzada.
El uso de los neumáticos de invierno es muy frecuente en países del norte de Europa, así como en ciertas regiones de Estados Unidos, como Alaska, o Rusia, donde los conductores los mantienen incluso en verano. Aquí en España, se utilizan en zonas de alta montaña, donde la temperatura es siempre baja.
Los neumáticos de invierno se identifican rápidamente mirando la inscripción de la rueda, que irá marcada con los caracteres M + S, MS o M&S y deberá teer una velocidad igual o superior a la obligada por el vehículo.