Hoy en día la gran mayoría de los coches que utilizamos son de gasolina o de diesel, este tipo de combustible genera al año miles de millones de CO2, esto habría que cambiarlo poco a poco. Por ahora, los coches eléctricos son los que tienen más posibilidades de gobernar en el mercado , aun que los coches de hidrógeno son los únicos que pueden hacer frente a los eléctricos. Los coches de hidrógeno tienen un gran potencial y son lo suficiente capaces de dejar obsoletos a los coches eléctricos.
Mientras que los coches eléctricos funcionan a través de cargas de batería, los coches de hidrógeno tienen un motor más complejo donde la única emisión es el vapor de agua. Los coches de hidrógeno tienen un proceso más complejo, mientras que los eléctricos simplemente cargan sus baterías.
Esto conlleva que los eléctricos tarden más tiempo en cargarse que los de hidrógeno. Por ejemplo, un coche de batería en diez minutos tendría una carga para hacer 250 km, pero un coche de hidrógeno en cinco minutos haría una carga con autonomía de 666 km.
El primer problema que nos encontramos son las infraestructuras. En España casi son inexistentes en comparación de los puntos de carga de los coches eléctricos. En nuestro país solo contamos con 7 estaciones de servicio a coches de hidrógeno frente a los casi 5000 puntos de recarga que tienen los coches eléctricos.
El segundo son los precios, porque para ambos tipos de coches no es que sean unos precios muy asequibles. En los coches eléctricos podemos encontrar más variedad de precios, pero en los coches de hidrógenos el precio ronda ahora mismo los 72.000€, no tienen una variedad de precios como puede ser en los coches eléctricos.
Ahora mismo en cuanto a costes y puntos de suministro podemos decir que los coches eléctricos tienen el dominio del mercado, pero estamos seguros que la tecnología del hidrógeno hará algo para estar en los puestos más altos del mercado del automovilismo.