Desde el momento en que comienza el embarazo, todo un mundo se abre a los ojos de los futuros padres. Existen multitud de tetinas, enseres de baño, juegos que estimulan al bebé, ropa con distintos tipos de cierre… ¡Y sillas de bebé para el coche! Pero no te agobies Kilómetros que cuentan te da las claves para que la elección resulte más sencilla.
Si hay algo claro es que la seguridad es uno de los factores imprescindibles a la hora de buscar silla de coche. Para empezar, el propio anclaje de la silla al automóvil es un punto a tener en cuenta. Los coches posteriores a 2005 traen de fábrica un sistema de sujección que se llama Isofix. La particularidad de este sistema es que al estar anclado o atornillado a la carrocería del coche logra que desciendan un 22% las lesiones graves de los niños pequeños en los accidentes.
Otro tema imprescindible a la hora de hablar de los sistemas de retención infantil son las sillas a contramarcha. Como ya comentamos en alguna ocasión, la seguridad y las sillas a contramarcha van de la mano. No en vano la DGT, aconseja que se utilicen “hasta los 4 años si su estatura lo permite”, aunque únicamente es obligatorio su uso hasta los 13 kilos del bebé. Además, existe otra elección importante de las sillas a la hora de hablar de protección con garantías ¿Arnés de cinco puntos o silla con sistema de escudo? Las sillas que tienen arnés retienen fuertemente al bebé en caso de impacto aunque, en caso de ir a favor de marcha, la carga que soporta el cuello es elevada. En el caso de las sillas de escudo, los niños van sujetos por un cojín que ante un impacto frontal el cuello sufre menos (en función del accidente), pero el abdomen puede salir muy perjudicado. Así que lo ideal es que el bebé vaya a contramarcha y que el sistema de retención sea un arnés de cinco puntos.